No sé a ti, pero tanto a Gema como a mí nos encanta la Navidad, ¡y los mercadillos navideños de Europa nos parecen el mejor lugar para vivirla a tope!
Lo mejor es que nunca te cansas de visitarlos, porque cada uno tiene su propia magia: luces, aromas, sabores y un ambiente que parece sacado, precisamente, de un cuento de Navidad, jeje.
Y ojito, porque algunos de estos mercadillos navideños se encuentran en las rutas de los cruceros fluviales por Europa. Así que si estás pensando embarcarte por Navidad, ya sabes que tienes una cita imprescindible.
Sea como sea, hemos querido crear esta lista con los mercadillos navideños más bonitos de Europa para inspirarte y animarte a conocerlos.
Hemos diseñado un recorrido por países, de modo que puedas elegir el destino que más te guste. Aunque te adelanto que en todos ellos la experiencia de la Navidad se vive de una manera mucho más intensa y especial (¡te lo digo por experiencia!).
Mercadillos navideños en Alemania
En Alemania, los mercadillos navideños están a otro nivel. Por eso, es el destino perfecto tanto si es la primera vez que visitas un mercadillo por estas fechas, como si quieres revivir la Navidad más auténtica en un ambiente superacogedor.
Múnich
El Christkindlmarkt en Marienplatz es el mercadillo navideño de Múnich. Este lugar combina la tradición y el encanto de la ciudad, con las luces y las decoraciones que rodean, por ejemplo, el majestuoso Neues Rathaus (Ayuntamiento Nuevo). La atmósfera que se crea es tan mágica…
A nosotras nos encanta perdernos entre los puestos, mirar los detalles de las figuritas y disfrutar delicias como el pan de jengibre o los hombrecillos de frutos secos. Créeme, es una experiencia preciosa.
Núremberg
El Christkindlesmarkt de Núremberg es uno de los mercadillos navideños más antiguos y de los más visitados de Alemania.
Al llegar aquí, enseguida te vendrá el olor de manjares callejeros como la clásica salchicha “Bratwurst” y el pan de especias. Si puedes, visítalo al atardecer. La estampa es superbonita.
Francia
Seguimos esta ruta por los mercadillos navideños de Europa en Francia. El país es un punto clave para cualquier viajero que quiera sumergirse en la Navidad con un toque chic.
Estrasburgo
Estrasburgo, conocida como la Capital de la Navidad por tener el mercado más antiguo de la región, tiene que ser tu primera parada en Francia. Aquí, el mercadillo navideño se instala en la Plaza de la Catedral y es un auténtico espectáculo de luces e historia.
Imagina estar frente a la impresionante Catedral de Notre Dame de Estrasburgo, con su torre altísima (a la que se puede subir) para disfrutar de la ciudad iluminada por Navidad.
Alsacia
La región de Alsacia, con pueblos encantadores como Colmar, es tu rincón ideal para vivir una Navidad diferente. De hecho, en Colmar, los canales y las casas de madera se adornan con luces, lo que crea una atmósfera fascinante.
En su mercadillo navideño, cada puesto tiene un detalle especial, desde adornos artesanales hasta manteles bordados. Y te aseguramos que es imposible resistirse a llevarte algo de vuelta a casa, jeje.
Bélgica: Mercadillos navideños de Europa con un aire medieval
Los mercadillos navideños de Europa en Bélgica tienen un encanto que mezcla tradición medieval con un ambiente festivo. Brujas y Gante son las ciudades donde podrás sentir ese toque que hace que estos mercados sean diferentes a todos los demás.
Brujas
El mercado de Grote Markt en Brujas es tu parada imprescindible como amante de los mercadillos navideños de Europa. Este mercado está rodeado de edificios medievales iluminados, por lo que el ambiente es verdaderamente único.
No puedes perderte el chocolate caliente, ¡delicioso!
Gante: un mercadillo navideño en Europa entre luces y canales
En Gante, el mercadillo navideño envuelve el centro histórico en una luz suave y acogedora. Aquí, las calles medievales y los canales añaden un toque especial a la experiencia.
Te recomendamos probar los gofres y los chocolates belgas, por supuesto. Para nosotras, es el mercadillo ideal para pasear y descubrir al detalle qué ofrece el espíritu navideño belga.
Austria
Austria es otro de esos destinos que no esperas que te sorprenda tanto. Aquí, la Navidad tiene un aire alpino que hace de los mercadillos una experiencia espectacular.
Viena
En Viena, el mercadillo de Rathausplatz te espera frente al imponente edificio del ayuntamiento. Las luces y la música que disfrutarás allí te confirmarán que estás en el epicentro de la Navidad austriaca.
Te recomiendo probar las galletas navideñas y el glühwein, que aquí son supertípicos.
Salzburgo
El mercadillo de la Plaza de la Residencia en Salzburgo es tu parada ideal si quieres disfrutar de una Navidad entre montañas. Este mercado es especial por su ubicación, con la fortaleza de Hohensalzburg como telón de fondo.
Aquí podrás disfrutar de los puestos mientras pruebas el ponche de frutas y los dulces locales.
Reino Unido
Londres es otra parada imprescindible entre los mercadillos navideños de Europa, con ese toque British que tanto nos gusta.
Londres
En Hyde Park, el Winter Wonderland es una parada obligada. Más que un mercadillo, es un festival navideño con atracciones, música en vivo y un ambiente flipante. No importa la edad que tengas, te aseguramos que aquí vas a disfrutar como un niño pequeño.
Gema y yo coincidimos en este: es como estar en un mundo de Navidad, pero a lo bestia. Además, en este mundo navideño encontrarás adornos que son una auténtica preciosidad y muchas especialidades navideñas británicas para probar.
¿Te imaginas visitando todos estos mercadillos navideños de Europa?
La experiencia de recorrer estos mercadillos navideños de Europa es muy especial. Por eso, cada año ponemos todo nuestro esmero en diseñar viajes navideños que tengan como uno de sus protagonistas a estos mercados.
Como has visto, tanto Gema como yo hemos visitado un montón de ellos y podemos asesorarte de primera mano para elegir el destino que más vaya contigo. Y no solo eso, porque te organizamos el viaje a medida (alojamiento, transporte, actividades, recomendaciones…) para que vivas una aventura navideña que nunca olvidarás, ¡te lo aseguro!